Este año me he propuesto hacer mi propia lista de fotolibros favoritos y, además de contarlo en youtube, lo voy a poner por aquí también, por facilitar las cosas a quienes no queráis verme la cara durante 40 minutos.
Como digo en el vídeo, no puedo hacer una lista de lo mejor del año porque no he visto todo lo que se ha publicado, ni tengo manera de verlo. No puedo ir a Arlés ni a Paris Photo, por ejemplo, donde se ve mucho material, porque no tengo dinero ni tiempo, pero siguiendo blogs como el de Gabriela Cendoya, o grupos sobre fotolibros en facebook, acabas enterándote de muchas cosas, aunque no veas los libros físicamente, te haces una idea. Y yo, este año, me he buscado la manera de comprar lo que he visto que me podía parecer más interesante, aunque me habré dejado muchas publicaciones sin conocer, obviamente. También quería esperar a Fiebre para ver lo que traían las editoriales y autores/as, pero al final no pude parar de currar y me perdí casi todo. Así que esta lista tiene muchas carencias, sobre todo si la queréis ver como lo mejor del año de manera global, son mis favoritos, pero no he visto ni una pequeña parte de todo lo que se publica.
Para que os hagáis una idea de las carencias, empiezo la no-lista del año con algunos libros que he dejado fuera por diversas razones, pero que podrían haber estado (lo que me gusta a mí complicar las cosas, verdad?).
NO en la lista (pero casi)
A Google Wife de Olga Bushkova
Hemos publicado este libro desde Fiebre, en colaboración con Artes Gráficas Palermo y Dalpine, así que se podría ver como deshonesto o poco apropiado meter el libro en lo mejor del año, teniendo tantos intereses en él. Es un trabajo que me encanta y me parece de lo más potente que he visto en 2017, pero no lo incluyo por no perjudicar a su autora (aunque no creo que mi aportación a esto de las listas influya demasiado).
Fin del mundo de Nicolás Janowsky
Me mola bastante, pero hay detalles como los textos que me sacan un poco al leer el libro. Aún así, ha recibido un premio en México, dentro del Coloquio Latinoamericano de Fotografía, así que creedme si os digo que es un gran libro.
Amorces de Michel Mazonni
Lo acabo de comprar y me parece pronto para ponerlo en la lista, sobre todo porque es muy largo y complejo. No me atrevo a ponerlo en el listado, pero hay cosas que me gustan mucho del trabajo.
La trajectoire du Gyrovague de Constantin Schlachter
Se presentó a la anterior edición del Dummy Award de Fiebre y le sigo la pista a este trabajo desde entonces, la maqueta me gustaba y el libro final también, aunque le estoy dando vueltas todavía, no sé si es de mis favoritos o no aún.
Un relato breve de Brandán Gómez
He conocido el libro porque Tono Arias de Dispara se dejó una bolsa en Fiebre con unos cuantos ejemplares. Lo he visto un poco solo pero tiene muy buena pinta. De nuevo, acabo de conocer este trabajo, aún no he profundizado en él como para ponerlo en lista. Tampoco lo veo en la web de Dispara ni el autor parece tener nada online, he encontrado algo del que parece el diseñador aquí. EDITO: Ya está publicado, aquí.
La lista de fotolibros favoritos de 2017
Comienzo la lista separando los que no tienen nada que ver con la escena local del Estado Español, luego veréis por qué. Estos libros los recomendaría con los ojos cerrados, de lo mejor de la cosecha del año que ha llegado a mis manos.
Beyond here is nothing de Laura El-Tantawy
Lo compré después de un flechazo al ver el vídeo que Laura subió de promo del libro, enseñando su interior al completo. Pero era carísimo y estuve dándole vueltas a mi error al compralo, pensando en que no me iba a gustar lo suficiente y no estoy para gastarme el dineral que costaba, etc. Pero cuando llegó, todo esto se me borró de la mente al abrirlo y pasar sus páginas. Este libro está diseñado magistralmente por SYB (que vino a Fiebre este año) y en su desarrollo te sumerge en un estado emocional difícil de explicar con palabras. Por algo Laura es una fotógrafa tremendamente emocional y una maestra en utilizar la fotografía para transmitir mensajes complejos a un nivel insconsciente, irracional. Está hablando de una manera mucho más rica que lo que un texto o un pensamiento consciente puede abarcar. Después de ver el libro sentí la necesidad de invitarla a venir a Fiebre y conocer en persona cómo trabaja. El taller que dio en esta edición me confirmó todas las intuiciones que el libro me transmitían. Una fotógrafa impresionante fuera de los cánones y la academia.
I loved my wife de Dieter de Lathauwer
Ya conocía este libro por blogs como el de Gabriela Cendoya, o porque había recibido el premio en Unseen Amsterdam, pero no ha sido hasta que no lo he tenido entre manos cuando he conectado completamente con lo potente de este trabajo. Se habla mucho de Monsanto: A Photographic Investigation de Mathieu Asselin y, en parte, ha borrado el hype que podría tener el libro de Lathauwer sustituyéndolo completamente, pero confieso que el trabajo sobre Monsanto me aburre, el tema es interesante pero fotográficamente me parece del siglo pasado, de un lenguaje nada arriesgado. En cambio I love my wife trata un tema tan delicado como fue asesinato de 200.000 personas por su condición de no-cuerdos supuestamente incurables en Austria, pero lo hace con un uso de la fotografía que transmite una complejidad mucho mayor, uno no sabe si nos habla de la locura de las víctimas o más bien de la de los verdugos, mezclando fotografía de archivo con imágenes actuales, en una edición sorprendente.
The Mechanism de Marten Lange
Ya hablé de este libro en mi canal de youtube aquí, y creo que no os descubro nada si digo que es uno de los mejores libros publicados por MACK este año, una editorial en muy buena forma y con un catálogo imprescindible. Marten supera su anterior trabajo con creces, en mi opinión, con un libro que me parece tan potente que os lo enseñé en mi canal con un filtro para atenuar su potencia, porque da un poco de miedo de su fuerza.
Me. Here now de Corinne Vionnet
Un libro que te hace sentir juzgado, que te golpea o, más bien, te corta la mirada como un samurai. Va directo a cómo nos relacionamos con las imágenes hoy en día y, podemos no estar de acuerdo, pero lo potente de su discurso, pese a lo breve del libro, es incuestionable.
Fuego Books
Me parecía interesante mencionar los tres libros de Fuego Books, una editorial de Murcia que este año ha sacado tres libros muy interesantes. Si tuviera que mencionar solo uno, evidentemente, A Place Both Wonderful and Strange, un homenaje a David Lynch y su serie Twin Peaks a manos de un listado de fotógrafos y fotógrafas que podría ser la selección del mundial de fotografía, si esto existiera. El trabajo en sí creo que podría haber sido insoportable, pero consigue mantener una atmósfera de la que debemos su autoría al propio David Lynch, que con su serie para televisión modificó nuestro imaginario colectivo hasta el punto en que 12 artistas pueden fotografiar como si fueran uno solo, aún teniendo estilos y enfoques muy diferentes. También merece la pena conocer los otros dos trabajos publicados por esta editorial, Ser de la Cala de Gerard Boyer y Survivalists de Léa Habourdin, ambos sorprendentes en su edición.
Ser cuerpo de Ana Paes
Una publicación muy humilde, de una fotógrafa que se mueve en los márgenes del mundillo fotográfico, pero que, pese a todo, me parece de los más interesantes del año. Incluso estando en proceso, como dice ella misma en su web, es un trabajo muy potente. Ana sorprende por su dominio del medio fotográfico siendo autodidacta. Fue seleccionada en Género y Figura, y ya me parecía tener una soltura y uso de la imagen muy rico y complejo. Con Ser cuerpo está refinando y consiguiendo un estilo muy interesante.
Cabestro de Carol Caicedo
Me recuerda a fotógrafos como Paul Graham o Antonio Xoubanova en la manera de afrontar un espacio, con un estilo depurado, construyendo un discurso muy compacto y autónomo, de mucha madurez. Solo de pensar en qué pasaría si el propio Graham hubiera publicado un trabajo así y en cómo el mundo del arte habría reaccionado alabándole, me deja un amargo regusto, Carol es española, no va a tener ese reconocimiento ni creo que haya una escena local que potencie que así sea.
B to B de Brenda Moreno
También en la selección de Género y Figura, si ya en 2015 despuntaba, este año publicó su esperado libro. Con ayuda de la sala Kursala y la editorial Witty Kiwi, pero autopublicado a todos los efectos. Que Brenda haya creado un trabajo tan personal y complejo en España y se haya terminado por marchar a su país de origen, México, donde ha recibido becas y premios, dice mucho de la pobreza cultural y estructural de España, estamos dejando ir a lo mejor de la investigación visual. Ya os hablé largo y tendido de este trabajo en youtube aquí.
Y tú, ¿Por qué eres negro? de Rubén H. Bermúdez
Si tuviera que quedarme solo con un libro de este año, sería este. Pero no lo veréis en ninguna lista internacional, ni en Paris Photo o similares. Rubén publicó este trabajo con ayuda de las becas fotopres de La Caixa (en proceso de desaparición, me parece), y lo hizo para la comunidad negra o afrodescendiente, no para el mundo blanco del arte. Aún así, creo que de haberlo publicado en otro contexto como EEUU, por ejemplo, no se hablaría de otra cosa en todo el mundo, pero Rubén es español, lo autopublica y no tiene medios (ni creo que tenga ganas) para promocionarlo en el circuito internacional de la fotografía o el fotolibro. Tampoco parece que a los grandes críticos internacionales del asunto les haya venido bien acercarse a conocerlo, si no vas a París, Arlés o similares, si no les persigues con tu ejemplar y les convences de lo evidente, que es un trabajo increíble, parece que no existe. Rubén busca cómo publicar una segunda edición, y que no haya editoriales haciendo cola llamando a su puerta nos debería dar vergüenza, también como escena local, no solo internacional. Os hablé un poco más de este libro aquí.
Memorial de Julián Barón
Si hay fotógrafos españoles que han tenido cierto reconocimiento internacional es, en gran parte, porque han salido fuera a buscarlo. El caso de Julián no es un ejemplo paradigmático en cuanto al éxito como tal, pese a tener una trayectoria impresionante en cuanto a sus obras, pero me sirve para explicar cómo un fotógrafo que prácticamente autoedita todos sus libros, ha publicado con una editorial no española, en su caso los peruanos KWY, con quien sigue arriesgando y abriendo nuevas vías con su trabajo. Me pregunto cómo serían las cosas si Julián hubiera fichado por una editorial tipo La Fábrica o similar en España, cómo habrían sido sus libros, o si estos habrían existido siquiera.
Un libro del que también he hablado aquí.
The perfect man de Cristina de Middel
Un trabajo impresionante que combina distintos enfoques en una misma dirección, mezclando dibujo con fotografía de archivo y documental ficcionada, al estilo que ha popularizado a Cristina y que le sirve en este caso para dar su opinión sobre el trato a las mujeres. Especial mención al diseño de Javialcuadrado, que apenas ha tenido relación con los fotolibros y aún así lo borda en este caso.
Si hay alguien que sí ha conseguido posicionarse al nivel internacional a base de trabajar es Cristina de Middel. Y me parece un buen ejemplo porque es prácticamente la excepción que confirma la regla, va a comisariar la carta blanca de PHE18, está nominada para entrar en Magnum, y ha ganado el Premio Nacional de Fotografía. Y cuando digo que Cristina es una excepción es porque no hay una infraestructura para sostener a otra gente como Julián Barón o gente de nueva hornada como Carol Caicedo o Rubén H. Bermúdez, y me pregunto qué pasará con todos ellos en un futuro próximo. También me pregunto qué instituciones o entidades apostarían por ellos, si en este país tenemos PHotoEspaña de La Fábrica y no lo ha hecho en sus 20 años ¿por qué lo va a hacer a partir de ahora?
Nemimi Parco de Jesús Monterde
De una fuerte influencia de la pintura española, también de la filosofía y la literatura, Jesús culmina un proyecto que creció de la mano de Julián Barón en la ya desaparecida Blank Paper Escuela, ahora convertida en Dinamo Visual Lab, que fue de las últimas presentaciones de libros en esta escuela, de hecho el propio Fosi Vegue, director de la misma, decía que había sido la mejor que había visto, y que me sirve también de punto y final, no solo de esta lista, también de un ciclo que se acabó con el cierre de esta escuela.
Cambio de ciclo
Evidentemente estamos en un momento de cambio para la fotografía española, esta lista es una excusa en realidad. Ver la enorme calidad de trabajos que ha habido este año, ver que el nivel de la fotografía española sigue siendo tremendo, pero que no está teniendo el reconocimiento que sí ha tenido de los últimos 6 o 7 años hasta hoy, y me pregunto de qué ha servido ese reconocimiento pasado, de qué va a servir que tratemos de conseguirlo de nuevo, si lo conseguimos, de qué sirve que hagamos Fiebre Photobook, que haya escuelas para aburrir, que se publiquen tantos libros y tan buenos, si luego no repercute en que haya una estructura sostenible. Y ya no voy a entrar en lo que apunta Daniel Mayrit en Clavoardiendo sobre la utilidad social de la fotografía, como activismo más bien, a mí me parece interesante también qué pasa con los fotógrafos y las fotógrafas, si la anterior generación (en lo fotográfico, no hablo de edad) consiguieron ser conocidos internacionalmente y, por ejemplo en países como Francia, Holanda, EEUU, existe una infraestructura cultural y profesional para que sus artistas sobrevivan, no todos, pero más que en España. Estos artistas consiguen vivir, aunque sea de encargos, pero con una dedicación compatible con su desarrollo artístico, con unas instituciones o entidades de todo tipo como escuelas, editoriales, galerías, distribuidoras, etc. apoyando que esto sea así, y aquí en España todo eso brilla por su ausencia. La más potente en fotografía en España, por la cantidad de subvenciones y patrocinios que acapara y, seguramente, por su visión de negocio, es La Fábrica con PHotoEspaña, y no parece que tenga interés en generar un tejido colectivo de soporte a fotógrafos y fotógrafas sostenible en el tiempo.
El panorama es muy deprimente, y las pocas alternativas que intentamos levantar o mantener, aparte de precarias, consumen casi todas las energías. Quienes hacemos Fiebre, editoriales pequeñas como Fuego Books, colectivos como Blank Paper… Son ejemplos de cómo en cualquier momento lo poco que hay se puede venir abajo. Y da la sensación de que esa energía que antes había, como apunta Cristina de Middel en el texto del catálogo de Un cierto panorama, si antes acudíamos en grupo a eventos como París Photo o Arlés, había una energía muy positiva en el ambiente, compartíamos toda la información, había una auténtica red entre artistas y algunos (no todos) editores, comisarios, etc. Pero esta comunidad no ha enraizado, los pocos que han conseguido algo parecido a la sostenibilidad profesional no tienen capacidad de sostener toda la estructura, y la energía parece haberse disipado.
Con todo esto, la perspectiva me parece muy preocupante, los ejemplos más jóvenes de la lista de este post no van a crecer aquí, todo lo que hemos conseguido levantar, en muchos casos alrededor del libro de fotografía, pero no solo, me temo que no van a servir de mucho, ni siquiera van a durar en el tiempo. Y desde fueran tampoco van a tirar de nosotros, han abierto las puertas, nos han dado premios, exposiciones, reconocimiento, alguno a lo mejor ha conseguido vivir un poco mejor con ello, pero si ha ocurrido es porque no se ha quedado en España. Hace poco lo decía el propio Daniel Mayrit en un taller con Daniel García Andújar en el que coincidimos, donde puso su extracto bancario, prácticamente vacío, como el de cualquiera de nosotros, pero él ha ganado el premio al libro del año en Paris Photo, como ya le ocurriera a Óscar Monzón, con igual resultado. Esto no es Francia, si Mathieu Asselin hubiera ganado un premio como el del libro de Arlés aquí en España y se viniera a probar suerte, nadie hablaría de él ahora mismo. Y si desde fuera nadie nos va a rescatar, me pregunto si nosotros vamos a poder hacer algo, las energías no son las de hace 5 o 6 años, no tenemos la misma red, y las infraestructuras que deberían estar haciendo algo para que sucediera un cambio, no lo están haciendo, no lo han hecho nunca y no parecen tener interés alguno, aparte que son infraestructuras que se van a agotar rápidamente, o eso me parece, puesto que si han tenido un mínimo de regeneración ha sido por nuestro interés y apoyo, pero eso se acabó, ya no pueden contar con nuestra energía y sangre fresca, la transfusión ya tuvo lugar y no hay recambio a la vista.
Ojalá me equivoque y simplemente este impasse me pilla con el pie cambiado, también puede ser que simplemente lo que está agotado es el arte en general, o la fotografía tal y como la hemos vivido hasta ahora, pienso en gente joven como Vera Martin y Álvaro Chior a quienes quería traer a Fiebre con su colectivo Guardar imagen como, pero por falta de presupuesto no pudo ser, y es gente que seguramente pasa olímpicamente del fotolibro, incluso de la fotografía, a lo mejor la salida está en otra parte. En cualquier caso, a ver qué pasa el año que viene, dónde está la hornada de artistas que han dado de sí unos trabajos de tanto nivel como los de esta lista, de qué sirve todo esto, ya se verá.
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